martes, 18 de enero de 2011

de ..., Hartazgo.

En honor a la Cátedra de: Julián Castruita Morán.


Aquí te dejo mujer estos versos

que fueron hechos para ti,

los escribí sencillos

para que los entiendas,

son mis secretos en desorden

retribuyendo capítulos

a una consecuente temporada;

si no te interesan

¡tíralos al retrete!

los motivos sobran.

Necio de mí

mientras tú duermes

yo te escribo aves nocturnas,

pájaros que se funden

con la flecha que los caza.

Quizás despierten

lo que en ti

teje la sombra cotidiana.

No ha sido suficiente

la voluntad de externar

el futuro y la imaginación.

Miro el fruto en la semilla,

pero no te dicen nada

mis libros de páginas desiertas.

De pronto quedo solo

sin pájaros, sin idioma,

la mesa es una cama;

me abandono al sueño

y todo es ...,

tan extraordinariamente natural.


Rafael Salvador.

San Fernando Huixquilucan

3 de Enero de 2011

sábado, 23 de octubre de 2010

Inmortal

Si mis letras tornan alas de acero

por lugares remotos,

mi voz crece pies nómadas

y crepúsculos ubicuos,

si mi alma extiende su esplendor

en ojos lluviosos

y la piel vibra con el espasmo de mi pecho.

Es posible que renazca mil veces,

que me vuelva líquido en ojos extraños

y los girasoles crezcan por donde canté

lo que en otro pueblo he llorado.


Abelrubén Romero Morales

miércoles, 20 de octubre de 2010

Cuando mis noches


se van de juerga

con tu lengua

los minutos

son incendios

Húmedo faje

con el asfalto

hasta el cuello

La médula

desmodulada

del deseo

nos pide fundir

nuestros vientres

hoy que traemos

la voluntad

bien al tiro

Rogelio Dueñas

lunes, 18 de octubre de 2010

Colisión
"Pedacito de papel al viento..."
Silvio Rodríguez

En un vuelo despavorido una mosca se estrelló contra una barra de mantequilla. Al salir, sus alas habían mutado en enormes y amarillos planeadores. De ahí que ahora en alguna lengua le conozcan como Butterfly.

Abelrubén Romero Morales

viernes, 24 de septiembre de 2010

Cuerpo sin sombra


Fundes la noche que tus labios ultravioleta marcan mi cuello

penumbra en que eres cuerpo sin sombra,

sol en vela sobre un catre de montaña.

Miras la luna que espera callada

el silencio del amante sonámbulo,

bajas, llueves sobre la roca fundida de mis manos,

volamos, vueltos nube acribillada con picos de ave,

con plumas que salpican la mejilla.


Vuelo sin nombre al sol que hizo tu carne,

sin apellidos, ni tuyo, ni mía.

Revueltos, luminosos, flotamos

sobre la mirada lasciva de los girasoles.


Abelrubén Romero Morales

miércoles, 20 de enero de 2010

Impasible

Esta noche que partes tu cráneo

contra un oasis de perlas,

que quiebras tu nariz

en dunas de arena blanca

y descubres tu pecho y es volátil tu sangre;

que bebes el vodka

de la tierra donde murió la utopía,

que ahogas en ron

la paradoja de una Cuba con coca cola,

que abres las piernas del mundo

al punk y a José Alfredo,

que te viertes sobre muslos ebrios

sin pastillas ni pijama,

que vomitas versos

en oídos de piedra

y escuchan a través de tus espasmos

los gritos del retrete;

Esta noche que ignoras las alertas

y te esparces en el suelo,

que revuelves tu sangre con tequila

y te tumba el viento de la madrugada,

que huyes del sol y del silencio.

Esta noche sin fin

que amordazas las protestas,

que no reprochas la injusticia

y olvidas la hambruna,

aun agoniza en el pecho del continente

tu párvula patria.


Abelrubén Romero Morales

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Llamado a los abogados

México es un pasajero del carajo, se ha subido a este medio de transporte desde el inicio de su historia, la constante es ir con el carajo adonde nos lleve.
Todos manifiestan adherencia a compromisos éticos: los médicos, los sacerdotes, los biólogos, los dentistas, los veterinarios, los sociólogos y, muy en especial, los abogados. En cuanto a los valores sociales y la fundamentación del estado moderno, los valores son parte del discurso, parte de la cortina bella que cubre al fenómeno de circo; son precisamente los abogados, a quienes se les encomienda la defensa de la justicia, caminar hacia ella, ir hacia ella. Los abogados están (o debiesen) en la lucha para hacer una patria más justa -¿qué digo más justa? justa siquiera- equitativa, con un estado de derecho. Son los que están en los juzgados, en las facultades, en la burocracia, en salones de clase; los que saben de la ley, quienes saben según ésta lo que a cada quien le corresponde. Ellos son asesores de legisladores, de presidentes, son jueces, magistrados, ministros, están por todas partes, con un ejército de millones en el país. ¡Bravo! nuestro país está lleno de abogados, seres estoicos y dignos, preocupados por dar justicia y mejorar lo legal y lo social. ¡Millones de abogados junto a un puñado de profesionistas de otras disciplinas, el país está próximo a la utopía! La verdad de esa propuesta podría ser verdadera, si tomáramos en cuenta que la mayoría de los abogados dejaron de ser hombres comprometidos con la justicia. Ahora son ladrones que conocen lo necesario para evadir la ley, asesorando patrones para evitar cumplir sus obligaciones laborales (derechos que costaron sangre); asesorando oportunistas que defrauden arrendatarios, exculpando golpeadores, políticos corruptos y una larga lista de etcéteras. Aun los discursivamente comprometidos con los valores jurídicos, no omiten entregar dádivas de agradecimiento a los burócratas con quienes conviven a lo largo de su carrera. El argumento es simple: Si no se proporcionan dádivas, ellos no hacen su trabajo. En conclusión a su argumento, las familias de los burócratas comen más. Si los defensores de la justicia, no mantienen un posición apegada a los valores sociales y a los ideales estatales, ¿qué esperamos de las demás áreas?
El abogado, a mi ver, es depositario de los valores sociales, ¿qué valores? esos que se usan en los discursos políticos: valor, justicia, igualdad de oportunidades, equidad, etc. Tiene a su cargo el saber de leyes y lo inherente a ellas, es decir, la realidad social, histórica, económica, política, etc. Un legislador, por más estudiado que sea en cualquier área distinta del derecho, jamás podrá entender el espíritu de las leyes, la forma en que funcionan, ni la manera en que deben disponerse. Ahí están los peritos en leyes, quienes las elaboran y estudian para los señores diputados. Si una ley es injusta, innecesaria, mal redactada o parcial, tuvo que haber pasado antes por un especialista del derecho. Calderón (por más licenciado en derecho que sea), Beltrones, Peña Nieto, Salgado Macedonio y Juanito (¿quién?) están asesorados por decenas de abogados, de quienes depende hacer las cosas en favor del país, del partido o del señor legislador. No es que las demás profesiones no tengan obligaciones éticas, sólo que en el caso de la justicia, el ejemplo debe comenzar por nosotros, los abogados.

Hace tiempo señalé, que era una pena que los cantautores se preocuparan más por la justicia que los abogados y esto no dista de ser verdad, sólo que una canción no hace leyes, no organiza cambios ni propone métodos, es una emoción de algo mejor no definido. Los abogados tienen que estudiar de 4 a 5 años para proponer y sin embargo resultan más ineficaces a la justicia que una canción, cuando su deber es mucho mayor.

Está bien, señores abogados, sigan persiguiendo las chuletas finas, de cualquier modo, ya vamos abordo del carajo.

Abel Romero